La base del verdadero conocimiento - Proverbios 1
Pastor Iglesia Bíblica Gracia Verdadera
Para los griegos, la sabiduría tiene mucho que ver con la acumulación de conocimiento. Para los hebreos, el concepto de sabiduría es inmensamente práctico. Los griegos pensaban que acumular información fidedigna era un fin digno y valioso en sí mismo. Los hebreos consideran que la sabiduría no se encuentra simplemente en conocer, sino en hacer.
Salomón conocía esto de primera mano, y por esa razón al comenzar su reinado, cuando recibió la divina pregunta sobre qué quería que Dios hiciera por él, pudiendo pedir riquezas, fama y poder, sin embargo, pidió un corazón sabio y entendido para poder interactuar con su pueblo.
Proverbios 1:7 El temor del Señor es la base del verdadero conocimiento, pero los necios desprecian la sabiduría y la disciplina.
Esta idea es el principio que prima en el libro de Proverbios. Por temor, no entendamos terror, sino un asombro reverente ante la grandeza y majestad del Dios soberano. Ese asombro reverente y profunda adoración son el punto de comienzo, y la base o principio regulatorio de la verdadera sabiduría.
Aunque en su gracia general, que Dios derrama sobre todo ser humano, Él ha permitido que los que no le conocen adquieran inmensos conocimientos del mundo que los rodea, Dios ha reservado los profundos tesoros de su sabiduría práctica para aquellos que han sido llamados a esta salvación tan grande.
Te invito a que reflexiones cómo está ese asombro reverente hacia Dios en tu vida, no importando la época del año. Es un gran momento para comenzar a profundizarlo.
Oración
Padre santo y glorioso, hoy me acerco a Ti en el nombre de tu Hijo Jesús, mi Redentor, para suplicarte que me des un corazón que te tema profundamente. Quiero vivir diariamente asombrado y en profunda reverencia ante tu inmensidad y la majestad de tu gloria. Concédeme la gracia de Tu sabiduría.
Hay tantas decisiones, hay tantos caminos; por favor guíame hacia tu voluntad perfecta. No desprecio tu sabiduría ni tu disciplina. Enséñame, corrígeme y hazme andar por el camino derecho. Amén.
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