Bocadillos de chisme - Proverbios 18
Para muchos de nosotros los dulces de repostería representan una tentación muy difícil de vencer. El azúcar y la harina hacen una combinación irresistible. De solo verlos nuestra boca se hace agua literalmente.
El hombre de sabiduría nos dice que así exactamente es el chisme.
Proverbios 18:8 dice: Las palabras del chismoso son como bocados deliciosos, y penetran hasta el fondo de las entrañas. (LBLA)
¿Cuáles son las fuerzas detrás del chisme? Definitivamente el chisme nace del infierno. Nuestra naturaleza caída representa un gatillo muy fácil de dispararse, a pesar de que somos creyentes. El celo y la envidia son un excelente medio de cultivo para los rumores infundados.
Cuando no desarrollamos la virtud del contentamiento, sino que caminamos por la vida insatisfechos y amargados porque pensamos que no tenemos todo lo que creemos merecer, casi siempre terminamos atacando la reputación de otros que parecen haber sido favorecidos sobre nosotros.
Las mentes vanas, huecas y vacías que no se ocupan en nada son tierra fértil para inventar calumnias sobre otras personas, sin importar a cuántos pueden dañar.
Al respecto, el filósofo griego Sócrates dijo: “Las mentes fuertes discuten ideas, las mentes promedio discuten eventos, las mentes débiles discuten personas”.
En muchas otras ocasiones, el chisme es ocasionado por la justificación propia, la santurronería y el fariseísmo. La realidad es que para algunos creyentes el chisme ya se ha convertido en un hábito de vida. Gozan y se divierten arrancando las tiras de la dignidad ajena, pues al hacerlo, se sienten aliviados en su propia miseria.
Que Dios nos ayude a desintoxicarnos de estos ricos bocadillos que aparentan tener buen sabor al paladar, pero envenenan el alma.
Oración
Padre de misericordia eterna;. ante tu santa presencia confesamos nuestro pecado de chisme y conversaciones vanas. Rogamos por tu perdón. Concédenos el don del verdadero arrepentimiento. Llena nuestro corazón de tu amor y permite que nuestras mentes sean coronadas con tu compasión. Danos la sabiduría para callar cuando no hay nada bueno que decir, y danos la valentía de confrontar a otros para no aceptar sus rumores y cuentos malintencionados. Te lo suplicamos en el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.
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