El engaño de las riquezas - Proverbios 23
Pastor Iglesia Bíblica Gracia Verdadera
Proverbios 23:4-5 No te desgastes tratando de hacerte rico. Sé lo suficientemente sabio para saber cuándo detenerte. Las riquezas desaparecen en un abrir y cerrar de ojos, porque les saldrán alas y se irán volando como las águilas.
Es probable que hayas leído lo siguiente, pero nunca está de más repetirlo:
El dinero puede comprar una casa… pero no un hogar.
El dinero puede comprar un reloj... pero no el tiempo.
El dinero puede comprar una cama... pero no el sueño.
El dinero puede comprar un libro... pero no el conocimiento.
Con el dinero puedo comprar un médico... pero no la salud.
El dinero puede comprar una posición... pero no el respeto.
El dinero puede comprar sangre... pero no la vida.
El dinero puede comprar sexo... pero no el amor.
Durante la década que trabajé con pacientes en cuidado directo, atendí bastantes en su etapa de moribundos. Ninguna de esas personas nunca me pidió que les trajera el trabajo de la oficina para terminarlo o que querían finalizar algún negocio inconcluso con el cual ganarían más dinero. Si algo pidieron, fue despedirse de las personas que amaban.
Hay algunos pecados que son tan habituales y generalizados que ya se han vuelto invisibles. La codicia y el afán por el dinero es uno de ellos. Es claro que el dinero en este sistema que vivimos es necesario. Lo que traemos como advertencia hoy es que no hagamos de él un ídolo al cual nos inclinemos y adoremos.
Nuestro amado Salvador nos advierte acerca de esto en Mateo 6:19-21:
»No almacenes tesoros aquí en la tierra, donde las polillas se los comen y el óxido los destruye, y donde los ladrones entran y roban. Almacena tus tesoros en el cielo, donde las polillas y el óxido no pueden destruir, y los ladrones no entran a robar. Dónde esté tu tesoro, allí estarán también los deseos de tu corazón.
El apóstol Pablo también nos amonesta en 1Timoteo 6:9-10:
Pero los que viven con la ambición de hacerse ricos caen en tentación y quedan atrapados por muchos deseos necios y dañinos que los hunden en la ruina y la destrucción. Pues el amor al dinero es la raíz de toda clase de mal; y algunas personas, en su intenso deseo por el dinero, se han desviado de la fe verdadera y se han causado muchas heridas dolorosas.
Tenemos que tomar una decisión entre gastarnos en el servicio de Cristo y en la proclamación de las buenas noticias o gastarnos en la búsqueda incesante de las riquezas, las cuales siempre serán inciertas, y no debemos poner en ellas nuestra esperanza.
1 Timoteo 6:17-19 Enséñales a los ricos de este mundo que no sean orgullosos ni que confíen en su dinero, el cual es tan inestable. Deberían depositar su confianza en Dios, quien nos da en abundancia todo lo que necesitamos para que lo disfrutemos. Diles que usen su dinero para hacer el bien. Deberían ser ricos en buenas acciones, generosos con los que pasan necesidad y estar siempre dispuestos a compartir con otros. De esa manera, al hacer esto, acumularán su tesoro como un buen fundamento para el futuro, a fin de poder experimentar lo que es la vida verdadera.
Oración
Dios glorioso, eres el dueño del oro y la plata. Gracias por las bendiciones que nos concedes para disfrutarlas para la gloria de tu santo Nombre. Guarda nuestro corazón de la avaricia, la codicia y del amor al dinero. Por favor suple nuestras necesidades y concédenos un corazón agradecido y la capacidad de vivir en contentamiento. Alegres por lo que tenemos y confiando en Ti para nuestra provisión.
Si en tu gracia nos concedes abundancia, ayúdanos por favor a usarla para tu gloria, para extender el evangelio y para ayudar a los necesitados que colocas en nuestro camino. Te suplicamos todo esto en el Nombre del Señor Jesucristo, el Rey de la gloria. Amén.
Comentarios