Cuida tu corazón - Proverbios 4
Pastor Iglesia Bíblica Gracia Verdadera
Existen varias bóvedas en el mundo que se consideran virtualmente impenetrables, no solo por su increíble espesor y tecnología sino también porque están custodiadas por contingentes de guardias armados hasta los dientes. Una de esas magníficas edificaciones se encuentra en los Estados Unidos de Norteamérica, y se le conoce como “Fort Knox”.
¿Qué protege este lugar? Simplemente 5,000 toneladas en lingotes de oro, pertenecientes a varias naciones del mundo. Por otra parte, nosotros también invertimos buenas sumas de dinero para proteger nuestras propiedades, casas, vehículos, joyas y otras cosas a las cuales les asignamos un gran valor.
Una gran pregunta sería, ¿qué estamos haciendo para guardar nuestro corazón? El hombre de sabiduría, como a mí me gusta llamarle, nos aconseja inspirado por el Espíritu de Dios, que de todas las cosas que cuidemos, de todas las cosas que guardemos con gran celo, la primera que debemos cuidar y proteger es nuestro corazón. La razón no es nada complicado. Al contrario, es muy simple. Lo que afecte tu corazón afectará toda tu vida. Lo que contamine tu corazón, envenenará toda tu vida.
Proverbios 4:23 Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque este determina el rumbo de tu vida.
La mejor forma de proteger nuestro corazón es con la poderosa Palabra de Dios. En la literatura de sabiduría, el corazón se refiere comúnmente a la mente como el centro del pensamiento y la razón. También incluye, las emociones, la voluntad y finalmente la totalidad del ser interior. Si el rumbo que está tomando tu vida no está agradando a Dios, necesitas reconsiderar qué está corrompiendo tu corazón.
Recuerda, de qué le vale al hombre ganar el mundo entero y perder su alma. Te aconsejo como el proverbista: sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, después de todo de allí es que brotan los manantiales de tu vida.
Oración
Dios de gracia y misericordia; alúmbrame hoy sobre la importancia de guardar mi corazón. Enséñame a atesorar tu Palabra en mi interior para no pecar contra ti. Quiero ordenar mis prioridades, quiero asignarle valor a lo que tu consideras valioso. Ayúdame con tu bendita gracia.
Ayúdame por favor a reenfocarme y a trazar la dirección correcta. Produce en mi corazón hambre y sed de tu Palabra. Te necesito. Mi corazón te anhela y te necesita. Amén.
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