Fieles son las heridas del que ama - Proverbios 27

Por Richard González
Pastor Iglesia Bíblica Gracia Verdadera


Proverbios 27:6 Fieles son las heridas del que ama; pero importunos los besos del que aborrece. 

Dios me dio la bendición y el privilegio de nacer en una familia grande. Soy el menor de 10 hijos. Como es de suponer, siendo uno el más pequeño, tiendes a ser objeto de chistes y de bromas con bastante regularidad, mientras creces.

Lo que hace la diferencia, aparte de la ingeniosidad de los argumentos, es que conoces del amor que sienten por ti y aunque te irrites momentáneamente, no te ofendes con facilidad. Por el contrario, hoy día podemos observar que existe una hipersensibilidad en la gente y una cultura de ofensa. No me refiero ahora a la tolerancia a bromas o chistes, sino a la poca tolerancia a la exhortación, la corrección y la disciplina.

Esta es una generación que se ofende con suma facilidad. Aun cuando quieres hacer bien y amonestarle en amor, sus sentimientos a flor de piel obstaculizan la gestión. 

Oración

Los creyentes somos ordenados a exhortarnos, amonestarnos y corregirnos unos a otros. Es parte integral de la vida cristiana en comunidad. No estoy diciendo que siempre es fácil. Cuando te hacen ver tus errores y tus faltas, son momentos de incomodidad, pero si es alguien que me ama, su herida es fiel y necesaria.

No podemos comparar una herida punzante de alguien que quiere dañarte, con la incisión precisa y sabia del cirujano que quiere hacerte bien. Ambas duelen, pero tienen propósitos totalmente diferentes.

La gente que nos ama tendrá la responsabilidad de dejarnos saber algunas cosas que pueden herirnos para nuestro bienestar. Debemos agradecer a Dios si tenemos a nuestro alrededor gente colocada por Dios, que nos ame lo suficiente como para herirnos con la verdad. Los hipócritas y lisonjeros nunca lo harán porque no les importamos en realidad.

Padre glorioso, te damos gracias por haber herido a Tu Hijo en la cruz por nosotros, mostrándonos así el más grande amor que conoceremos. Gracias también por las personas que has colocado en nuestras vidas con la encomienda de animarnos, exhortarnos y corregirnos. Concédenos corazones humildes para aceptar sus observaciones por punzantes que sean, sabiendo que en su amor vemos reflejado tu amor. Amén.

Comentarios

MINISTERIOS COLABORADORES